Gobierno debe habilitar las pruebas de COVID-19 en centros de salud privados

Con el adiós -provisional- a la cuarentena y el inicio de las fases para reactivar la economía se vuelve imperativo que el gobierno del presidente Nayib Bukele habilité las pruebas para determinar si un paciente es positivo o no por COVID-19.
Si los ciudadanos vuelven a las calles, los negocios y empresas reciben clientes de nuevo y los empleados se ven enla situación de interactuar con personas fuera de su entorno habitual, es preciso también que los ciudadanos caigan en la responsabilidad personal y tomar las medidas de precaución del caso.
Ninguna precaución está de más. Si un ciudadano cree haber experimentado síntomas de la enfermedad y tiene la capacidad y disposición de hacerse una prueba para salir de dudas, está en su derecho de hacerlo.
Además, toda empresa o negocio que quiere mantener un control más cercano del estado de salud de sus empleados debería de poder realizar las pruebas según el rubro del caso lo vea necesario.
De tal modo se podría apresurar la contención y seguimiento de los casos positivos. Además de permitir a las autoridades de salud rastrear los nexos epidemiológicos con mayor premura y reducir así la propagación de casos.
Con el colapso de la red de hospitales públicos, esto también podría relevar un poco de la presión que están aplastando a los centros de salud del país dedicados por el momento a tratar a pacientes de COVID-19.
De este modo también se colabora a preservar la importantísima reactivación de la economía. Si la cantidad de contagios continúa aumentando y la saturación de los hospitales públicos no cesa, corremos el grave riesgo de sufrir un repunte y regresar a una cuarentena domiciliar. Sería el último clavo en la tumba de tantas empresas que milagrosamente apenas y pudieron llegar a la Fase 1.