Entregan cuerpo equivocado a familia doliente y MINSAL rechazó dar el correcto por riesgo de COVID-19

EL SALVADOR. – Lo que la familia y seres queridos de Marco Tulio Deras, de 67 años, en vida pastor de la Iglesia Pentecostal del cantón San Roque, en Mejicanos, han tenido que sufrir después de su fallecimiento es inimaginable.
Luego de que las autoridades del Instituto Salvadoreño de Seguridad Social confirmaran su deceso el domingo 5 de julio en el Hospital General a causa de complicaciones de diabetes y un cuadro de neumonía, los familiares recibieron ese mismo día el cuerpo de Marco Tulio Deras, entregado dentro de una bolsa negra como es costumbre en estos tiempos de pandemia. La etiqueta en la bolsa registraba el cadáver como Marco Tulio Deras, así que los familiares no lo pensaron dos veces.
Pero el lunes 6 de julio cuando se preparaban para el sepelio y al fin se abrió el ataúd, los ahí presentes se llevaron la espantosa sorpresa de que el muerto no era su pariente. Es más, se trataba de un completo desconocido.
Hazel Deras, junto a sus hermanos, emprendieron de inmediato la oscura aventura de dar con el paradero del cadáver de su padre. “Después de cinco horas dentro de la morgue, mi hermano se arriesgó y se metió a buscar el cuerpo bolsa por bolsa”, relató Hazel entre sollozos.
Las autoridades del Ministerio de Salud rechazaron la petición de entregar el cuerpo correcto, según argumentaron porque este había sido expuesto al COVID-19 y, por tanto, se debía seguir el protocolo respectivo.
Esto implicó la cancelación de la ceremonia fúnebre que se tenía preparada, causando aún más angustia y dolor a las personas afectadas.
En represalia, La familia Deras ha interpuesto una denuncia a la Fiscalía General de la República (FGR), sin haber recibido hasta ahora ninguna información alentadora sobre su caso.