Les entregan cuerpo equivocado en el Rosales y ahora tendrán que esperar 7 años para recuperar el correcto

EL SALVADOR. – El trajín que se observa en las salas de emergencia de los hospitales públicos del país a causa de la saturación por pacientes contagiados de COVID-19, lamentablemente también se replica en sus morgues. El personal médico sencillamente ya no se da abasto, y si a esto le sumamos el cansancio de alrededor de 5 meses trabajando a todo vapor casi sin descanso, tenemos la fórmula perfecta para que se den errores. Y ya se han registrado varios casos de cuerpos equivocados que se entregan a familias dolientes y otros en los que les avisan que su ser querido ya se recuperó, pero que al llegar a recogerlo más bien resulta que ya había fallecido.
La familia de Amelia Tejada de Meléndez, fallecida en el Hospital Rosales el 2 de julio, han tenido que pasar por una de estas odiseas en tiempos de pandemia, lamentablemente. En la morgue del Rosales confundieron su cadáver con el de una fallecida bajo sospechas de COVID-19.
Carolina Meléndez, su hija, relata que su madre fue internada por un cuadro severo de artritis reumatoidea. “Nosotros estábamos conscientes que la situación de ella era crítica, médicos internistas la evaluaron y nos habían dicho que no nos daban mayor esperanza”, contó.
El 2 de julio le dieron la triste noticia: su madre había muerto. Cuando fue por el cuerpo, acompañada de personal de una funeraria, le sorprendió encontrarse al personal de la morgue vestida con trajes de bio-seguridad.
“Cuando les dije que iba a reconocer el cuerpo de mi madre empezaron a hablar entre ellos, me dijeron que ella murió por covid y les dije que la muerte de ella fue natural”, prosiguió.
Cuando regresaron el día siguiente a esclarecer el problema, se les vino el mundo abajo… de nuevo. “Allí se dieron cuenta del error ellos y vieron que el cuerpo de mi mamá lo había retirado otra familia de una persona que sí murió bajo sospecha covid”,dijo. “Cuando nosotros llegamos el dos de julio a hacer el reconocimiento, mi madre ya estaba enterrada”, agregó.
Las autoridades le han dicho a Carolina que, dado que el cuerpo de su madre ya había sido enterrado junto a otros que sí eran contagiados de COVID-19, no se podrá extraer hasta que hayan pasado 7 años.
“En este momento, nosotros lo que suplicamos es que se nos deje hacer la exhumación y trasladar el cuerpo de mi madre a un lugar bonito, no en un lugar desconocido”, manifestó.