El Viaje de Osiris, el suceso con el que la actual administración del país se despidió de la Transparencia

EL SALVADOR. – En tiempos de elecciones los políticos prometen cualquier cosa por ganar el voto. Una vez en el poder, hay gobiernos que cumplen y hay gobiernos que, al verse en una situación incómoda deciden vender esos valores que tanto pregonaron para salvar su propio pellejo. La historia demuestra que una vez se abre esa puerta no hay vuelta atrás.
En el caso del actual gobierno del país, el suceso que sirvió de parteaguas fue el sonado caso del “Viaje de Osiris”. Desde que se filtraron las fotos del viaje del todavía director de Centros Penales en un jet privado –con acompañante incluida- el gobierno fue cuestionado acerca del mismo. ¿Quién lo había pagado? ¿Y el viaje para qué fue?, son solo un par de preguntas que el presidente Nayib Bukele esquivó y de las que hasta el sol de hoy no tenemos respuesta satisfactoria.
“La política de la actual administración presidencial ha sido desde un inicio la opacidad, es decir, procurar ocultar datos, sobre todo aquellos que puedan tener alguna sensibilidad”, puntualiza el abogado constitucionalista Enrique Anaya.
Y luego se vino encima la pandemia. Y los millones empezaron a fluir desde las arcas del Estado. En perjuicio de los ciudadanos salvadoreños, muchos de estos millones fueron a dar a las bolsas de los funcionarios públicos. Y de muchos otros el gobierno se niega a rendir cuentas una y otra vez.
En cambio, se apresuró a modificar la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública para evitar que más contratos irregulares salieran a la luz.
El actual gobierno también había prometido liberar los archivos militares secretos como los relacionados a la masacre de El Mozote, pero se quedó en promesa. Cuando un juez intentó acceder a los archivos se lo impidieron y el presidente ahora asegura que dichos archivos ya no existen.
No hay voluntad de ser transparentes. Sus acciones demuestran todo lo contrario.