Gobierno paga casi $400 mil por influencias en Estados Unidos, mientras tanto en El Salvador…

Mientras que muchos salvadoreños han perdido lo poco que tenían y se han sumado a las filas de pobreza a causa de la pandemia, mientras cientos de familias han visto como lluvias, inundaciones y deslaves se han llevado sus casas en este dificultoso 2020, el gobierno salvadoreño sigue enfocado en su imagen pública.
La cantidad de dinero invertido en nuevos medios de comunicación -y lo que se ha de gastar en mantener los que ya tenía previamente- seguirá siendo un misterio con un gobierno peleado con la transparencia y el buen uso de los fondos públicos.
A esto le podemos sumar ahora el gasto de $390 mil en la contratación de una firma de Relaciones Públicas manejada por un exasesor de Bill Clinton, luego de que un intento de contratar a un lobista relacionado a Donald Trump se viniera abajo al recibir críticas por el gasto que esto suponía durante los primeros meses de la pandemia.
Pero como si la pandemia hubiese dejado de existir y la supuesta “reactivación económica” hubiese arreglado todo de milagro, y, por supuesto, ya habiendo perdido la pena, la presidencia invirtió casi medio millón de dólares para “ayudar con las relaciones públicas, apoyo de comunicación, consultoría y ayuda técnica”.
Lo que, en otras palabras, quiere decir para ganar favores e influencias. Es posible que, ante un panorama turbio en las elecciones presidenciales estadounidenses –con Joe Biden a la cabeza en las más recientes encuestas-, el gobierno salvadoreño se esté preparando ya para lo peor.
Un fiel aliado y admirador de Donald Trump, Bukele ha seguido dócilmente cualquier orden que tenga que ver con frenar la migración ilegal de salvadoreños hacia el norte. Así como también “planear el retorno” de 250,000 salvadoreños que actualmente residen y trabajan en los Estados Unidos amparados bajo el programa de Protección Temporal (TPS) a inicios del próximo año- lo que nos supondría una pesadilla logística, económica y social.
A cambio, Trump voltea la mirada ante cualquier atropello a la Constitución, cualquier disputa entre los poderes del Estado, etc. Mientras te ocupés de los migrantes y tus tepesianos, it’s all good.
Con Biden al poder la cosa no podrá continuar de esa forma- o al menos en eso coinciden los analistas y expertos, incluyendo exembajadores estadounidenses. En lugar de cambiar sus maneras, el gobierno salvadoreño recurre a lo que acá le funciona muy bien: gastar pisto para mejorar su imagen.
Vaya explíquele eso a los que perdieron su casa en los deslaves de anoche. O los que la perdieron en las lluvias pasadas. Los que no tienen trabajo. Los que cerraron su empresa…